jueves, 16 de marzo de 2017

HACKING ETICO




El trabajo del hacking ético consiste en realizar pruebas para intentar burlar la seguridad informática de una organización a fin de identificar posibles brechas de seguridad en la misma y adelantarse a los ciberdelicuentes.
España es el tercer país del mundo donde más ciberataques se registran, con 70.000 agresiones al cierre de 2015 según el Ministerio de Asuntos Exteriores. Cada día estamos expuestos a ser hackeados debido al mundo hiperconectado en el que vivimos, por lo que la ciberseguridad ha pasado a un primer plano.
El problema ya no es un molesto malware o perder algunos archivos, sino que los ciberataques pueden tener consecuencias mucho más serias, como el robo de datos bancarios e incluso espionaje industrial.
Uno de los mecanismos del que disponen las empresas para protegerse de esta amenaza es la utilización de hackers que les ayuden a detectar sus fallos de seguridad, lo que se conoce como Hacking ético.
El objetivo del hacking ético
El objetivo de esta técnica consiste en localizar posibles fisuras de seguridad en las redes informáticas de las instituciones y empresas.
Para ello las compañías contratan a expertos informáticos a fin de que analicen y testeen sus propias redes con el objetivo de conocer los elementos que son vulnerables dentro de la empresa y corregirlos antes de que el ciberataque ocurra. A estos profesionales del ciberespacio se les conoce como hackers de sombrero blanco o hackers éticos.
El trabajo de estas empresas de hacking ético consiste en realizar pen tests o penetration tests, pruebas en las que el hacker intenta burlar la seguridad de la red de la empresa en cuestión con el único fin de adelantarse a los ciberdelincuentes.
Los requisitos para la actividad de hacking ético
Dado que las personas que realizan estas pruebas tienen acceso a información confidencial, desde IMF Business School señala desatacan que antes de contratar a un hacker es necesario asegurarse de que trabaja para alguna compañía en el área de seguridad informática y que esa empresa de hacking ético posee una certificación por entidades u organizaciones con reconocimiento a nivel mundial.
Para Carlos Martínez, CEO de IMF Business School, “el hacking ético no es más que una herramienta de prevención y protección de datos. Con los conocimientos en ciberseguridad pretendemos adelantarnos a los ciberataques y evitar que ocurran gracias a expertos informáticos entrenados para conocer y detectar el ataque digital”.
En este contexto, numerosas empresas, instituciones y gobiernos han empezado a trabajar para detener este tipo de crímenes, por lo que la Unión Europea prevé que para 2020 se crearán más de un millón de empleos relacionados con la seguridad informática. Como respuesta a la gran demanda de profesionales cualificados en este sector, IMF Business School ha creado un Máster presencial en ciberseguridad con 60 créditos ECTS que cuenta con recursos online en la plataforma y, con el respaldo de los profesionales del Centro de Operaciones en Ciberseguridad de Deloitte España (Deloitte CyberSOC-CERT).
Contenido curado por Isabel Asolo (Community Manager) Heras Abogados Bilbao

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