Twitter puso de moda, con su
llegada, una nueva manera de compartir pensamientos, de hacer humor, de
reivindicar y también de entender la comunicación. Los hashtags pasaron a ser
entonces la forma oficial de indexar cosas, de ordenar la información en la red
social, aunque aparentemente no tengan sentido.
Las empresas atendieron a las
tendencias y pronto comenzaron a incorporar a sus estrategias en las redes la
creación de algún hashtag propio o creado para una ocasión especial, para
aglutinar comentarios, seguidores, y conseguir notoriedad haciéndolo trending
topic (el tema del que más se habla en cierto momento en Twitter). Los TT son
el termómetro perfecto para calibrar el impacto de una información.
Las empresas ven en el
registro de hashtags una manera segura de explotar su propio contenido de forma
exclusiva
Años después, la presencia de
hashtags en nuestra vida trasciende la vida 2.0. Campañas de publicidad de
diversos productos incorporan en sus carteles o spots publicitarios el hashtag
correspondiente al que los usuarios deben remitirse para estar al tanto de
nuevos lanzamientos o sorteos.
Según un estudio de la
compañía CompuMark, dedicada al estudio de las marcas registradas, también este
uso masivo ha tenido un eco en los negocios. El registro de hashtags por parte
de diferentes marcas y empresas ha crecido un 64% en 2016 con respecto al año
anterior de forma global.
La primera vez que se
registró un hashtag como marca fue en 201o y desde entonces se han solicitado
más de 5.000 nominaciones, 2.200 de ellas incluidas solo en 2016.
Algunas cifras llaman la
atención, como la actividad de la cadena de televisión colombiana RCN
Televisión S.A., que durante 2016 intentó registrar más de 50 hashtags
diferentes pero todos en relación con su programación de fútbol. Publicado por Yaiza
Ibarra.
Contenido curado por Isabel Asolo
(Community Manager) HERAS ABOGADOS BILBAO S.L.P.
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