lunes, 20 de noviembre de 2017

¿CUÁNTO LE PUEDE CAER DE CONDENA AL QUE MIENTE EN UN JUICIO?


 


Cuando uno asiste a un juicio hay que tener una cosa clara: no es obligatorio ni levantar la mano derecha ni poner la otra sobre una Biblia ni jurar ante Dios, como se hace en las películas estadounidenses.

Tampoco es obligatorio jurar.

De hecho, nuestros jueces siempre presentan dos opciones en la siguiente fórmula: “¿Jura o promete decir la verdad?”

Jurar, como ya se sabe, es poner por testigo a Dios de lo que se va a decir es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y prometer significa poner nuestro honor como prueba de lo que vamos a decir es la verdad. De esta forma se respetan todas las creencias, tanto de los que creen como de los que no creen, que también es una forma de creer.

Todas las personas que declaran ante un tribunal están obligadas a decir la verdad, salvo el acusado. El acusado puede callarse o puede contar su versión personal, la que más le puede beneficiar. Y mentir también, sin que le pase nada de nada.

¿Y qué ocurre si un testigo miente en un juicio?

Pues que está cometiendo un delito de falso testimonio, no de perjurio, como muchas veces se le suele definir erróneamente.

Está castigado con una pena de seis meses a tres años de prisión, dependiendo de su gravedad.

Por eso hay que tomárselo muy en serio.

Hace un tiempo, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a una mujer a una pena de un año de prisión precisamente por eso, por mentir. La señora en cuestión había acusado en falso a un hombre, su novio, en venganza porque la iba a dejar.

Los dos eran extranjeros.

El día de la denuncia la mujer había mantenido una relación consentida con el hombre en el domicilio de este. Al finalizar, el varón le anunció que desde aquel momento rompía la relación. Como consecuencia, la mujer lo denunció.

No es la primera vez que esto sucede en un tribunal.

Ya han ocurrido algunos casos en los que, una vez iniciado el proceso, el testigo principal –hombre o mujer-, supuesta víctima, tras mantener los primeros minutos la versión inicial, debido a la presión, se ha venido abajo y ha confesado que todo era mentira, como ocurrió en este caso.

Cuando eso sucede, el presidente del tribunal envía el testimonio del mentiroso a un juzgado de instrucción con el fin de que se investigue. Con la consecuencia reseñada. 

Si el testigo miente de forma ostensible, el juez no suele parar el juicio, pero toma nota.

Espera a que llegue a su fin y luego, en la sentencia, ordena que se deduzca testimonio al supuesto mentiroso y que se envíe al juzgado de instrucción de guardia con el fin de que sean investigadas las mentiras vertidas en el juicio.

Hay que tener claro que cuando una persona miente en un juicio está atentando contra el correcto funcionamiento de la Justicia porque contribuye a que las sentencias de los tribunales puedan ser injustas.

Por eso esto hay que tomárselo en serio. Ya saben. Si van a un juicio y les preguntan si juran o prometen decir la verdad, juren o prometan, pero, por encima de todo, digan la verdad. Carlos Berbell - Yolanda Rodriguez.

Contenido curado por Isabel Asolo (Community Manager) HERAS ABOGADOS BILBAO S.L.P.

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